El  joven científico Victor Frankenstein desafía a los dioses afrontando el reto de un experimento supremo: otorgar impulso vital a una figura humanoide compuesta de tejidos muertos. Pronto comprende, sin embargo, que su imprudencia lo ha llevado a insuflar vida a una criatura monstruosa, cuya vileza puede convertirse en una amenaza para todo lo que ama. Por su parte, el monstruo busca su lugar en el mundo. Despreciado por su creador y por la sociedad que lo rodea, no tarda en verse invadido por una cólera asesina, un instinto de destrucción mediante el cual pretende vengar el rechazo al que lo someten los hombres.

Mary W. Shelley dio vida a uno de los iconos literarios más representativos de todos los tiempos con esta novela compleja y estremecedora; un texto con reminiscencias filosóficas que constituye, además, un lúcido análisis del alma humana y una tesis acerca de los sentimientos que nos vuelven crueles o virtuosos, amables o intensamente destructivos.

Arturo Aranda, investigador de fenómenos extraños, llega a Gran Canaria siguiendo un rumor que habla de brujería en el pueblo de Arucas. Estamos en los años veinte y el viaje es largo y pesado, pero está convencido de que hay una buena historia que desentrañar e, incluso, escribir un libro.  

Su objetivo es la Casona de los Torres, una bucólica hacienda familiar plantada en medio de un inmenso campo de plataneras. Allí es recibido por su propietaria, la señorita Gibson, una anciana postrada en una silla de ruedas, y acepta su hospitalidad para quedarse en la vieja mansión durante unos días.

Pero Arturo no sabe hasta qué punto son ciertos los rumores. Han entrado en la Casona pero, ¿será capaz de salir con vida? 

¿Podrá soportar la verdad sobre los acontecimientos que están a punto de desarrollarse a su alrededor?